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Sin duda, al referirnos al universo manga, tenemos como referentes a un buen número de autores. Pero si retrocedemos hasta las raíces de este género, tal cual se lo conoce hoy día en Japón (y en el mundo entero), tenemos que hacer mención al gran Osamu Tezuka. Conocido como "el dios del manga", sentó las bases sobre las cuales se ha ido desarrollando la industria del comic moderno nipón. De entre todas sus obras, posiblemente 'Black Jack' sea la más polémica, y una de las más profundas.
La historia nos presenta a Black Jack, un joven médico cirujano de lúgubre aspecto y ambigua moral, cuya leyenda se extiende a lo largo de todo el mundo, y gira alrededor de dos ejes: su capacidad para realizar operaciones imposibles con un altísimo porcentaje de efectividad, y su afición al dinero. Famoso por sus honorarios desorbitantes, es despreciado por sus colegas por ser lo que ellos consideran "un mercenario de la Medicina".
Sin embargo, nada es lo que parece en la vida de este hombre misterioso. Habiendo conocido en un sinfín de oportunidades lo bueno y lo malo del mundo y de la gente, Black Jack exige un pago acorde al servicio prestado; pero dicha retribución no siempre se mide económicamente, sino que se ajusta a cada caso en particular. En realidad, BJ es una buena persona, pero tiene una manera muy personal de demostrarlo, y a menudo, prefiere que nadie lo sepa (al fin y al cabo, tiene una reputación que mantener).
Para complementar sus aventuras, existe una galería (bastante reducida, todo sea dicho) de personajes secundarios recurrentes, entre los que se destacan Pinoko, la pequeña "hija adoptiva" de BJ, que en realidad cuenta con 18 años, y fue reconstruída por nuestro protagonista a partir de "rescatarla" del interior del cuerpo de su hermana gemela; y el doctor Kiriko, antítesis de BJ, y defensor acérrimo de la eutanasia.
Cada episodio del manga tiene carácter autoconclusivo, y narra una situación en la que BJ es requerido como médico, o bien en la que se ve directamente envuelto por otras razones. La mayoría de las entregas encierran una enseñanza moral, y buscan reflejar las convicciones del autor frente a una amplia gama de temáticas relacionadas con el comportamiento humano, como la codicia, el rencor, la lealtad, la amistad y el honor, entre otras, y también elevar críticas hacia el maltrato del medio ambiente, la doble moral, la condicionalidad circunstancial del derecho a la vida, etc.
El dibujo, si bien simplista y caricaturesco en el diseño de personajes y en la presentación de los ocasionales gags, acaba siendo muy acertado a la hora de crear un clima acorde a lo que se busca expresar, y sumerge al lector en el surrealismo de la trama cuando llega el momento de entrar al quirófano y operar.
Una obra profundamente compleja, en la que Osamu Tezuka aprovecha su profesión (no ejercida) de médico para dotar al desarrollo de las operaciones de numerosos detalles técnicos, tanto a nivel visual como a través del guión. El manga se extiende por 17 tomos recopilatorios, y las adaptaciones animadas (que son unas cuantas) han conocido el éxito en prácticamente todas sus encarnaciones.
Un título cien por ciento recomendable.
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