Me resultaba indiferente si aquellos chicos se morían de un infarto o no, ni siquiera me fijé en sus caras cuando los fui indroduciendo en la bolsa, me daba igual que murieran de susto porque el fin de sus días estaba contado..., y ese final para mi era su exterminio, sí exterminio con todas las letras, uno a uno...pero antes quería divertirme un rato...como ellos lo hacían conmigo, ahora toda la ciudad dependía de mi, era la diosa.
A medida de que las personas sufrian de shock emocionales al notar mi presencia acercarse, morían en incluso se arrodillaban empecé a darme cuenta de que era la primera vez que mi presencia les imponía, todo lo contrario que el día anterior que quienes me imponían eran ellos, ahora se había dado la vuelta a la tortilla a mi favor, y yo resultaba realmente importante. A media de que iba avanzando vi pequeños coches de policías perseguirme y unos cuantos helicópteros...resultaba fácil cogerlos y estrellarlos a todos juntos como una pelota y yo así realmente me divertía...había salido lo peor de mi, mi lado oscuro, y me gustaba.
Mis pechos eran voluminosos, no me había acostumbrado a ellos eran inmensos, normalmente no tenía pecho antes sólo era una niña de 11 años ahora parecía una mujer madura..., mi vagina era tremendamente grande..., y notaba como me desarrollaba cada vez más.... Cuando estuve un rato corriendo por la ciudad dando una imagen de monstruito feroz me entraron unas enormes ganas de comer..., ¿pero qué comería? todo era pequeño para mi...todo menos....*
CONTINUARÁ...*
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